Respuesta de la TUAC a las Perspectivas Económicas 2020 de la OCDE, número 1
Perspectivas económicas de la OCDE: Un enfoque más pragmático de la política económica en tiempos de crisis
Principales conclusiones
El primer número de las Perspectivas Económicas de la OCDE para 2020 ofrece un panorama completo de las dificultades económicas causadas por el COVID-19 y ...
Perspectivas económicas de la OCDE: Un enfoque más pragmático de la política económica en tiempos de crisis
Principales conclusiones
- El primer número de las Perspectivas Económicas de la OCDE para 2020 ofrece un panorama completo de las dificultades económicas causadas por el COVID-19 y las medidas adoptadas contra la propagación de la epidemia, así como de las sombrías perspectivas para los próximos dieciocho meses. En caso de reaparición del virus antes de finales de año, y de nuevas medidas de confinamiento, el PIB mundial caerá un -7,6% en 2020, para recuperarse hasta el 2,8% en 2021.
La situación es especialmente grave para la OCDE y la zona euro, donde el PIB podría caer un -9,3% y un -11,5%, respectivamente.
La crisis va a dejar secuelas duraderas, como también subrayó el presidente del sindicato TUAC, Richard Trumka, haciendo retroceder la renta real media per cápita en la zona OCDE a los niveles de 2013.
En el caso de un control total de la difusión del virus de aquí a finales de año, la pérdida de PIB será algo más contenida, pero seguirá siendo muy significativa.
Por este motivo, la TUAC aboga por una recuperación basada en la confianza.
- En este contexto, la OCDE reconoce el esfuerzo fiscal y monetario sin precedentes realizado por los gobiernos para luchar contra la recesión, y les insta a mantener políticas expansivas todo el tiempo que sea necesario.
Contrariamente a las posturas bien arraigadas sobre la naturaleza de la deuda pública, la publicación opta por una visión pragmática, reconociendo que los déficits públicos están obligados a dispararse para combatir la crisis a corto plazo, pero que esto no supone una amenaza para la sostenibilidad de la deuda, siempre que se garantice el crecimiento económico.
- El informe no se detiene demasiado en la agenda de reformas estructurales a largo plazo.
Sin embargo, sí hace referencia a las recetas tradicionales de reforma del lado de la oferta, construidas en torno al tríptico comercio-competencia-flexibilidad laboral.
El TUAC ha cuestionado a lo largo de los años la capacidad de tales reformas para ofrecer los resultados esperados en términos de crecimiento del PIB, por no hablar de crecimiento integrador, como propugna la OCDE, en ausencia de un modelo de crecimiento basado en los salarios.
- Asimismo, aunque solicita a los gobiernos que mantengan el libre comercio y los flujos de inversión, Perspectivas Económicas no cuestiona si deberían revisarse algunas de las características actuales de la globalización, como la excesiva concentración empresarial y del mercado, o la carrera a la baja en términos de normas laborales y medioambientales.
- En cuanto a la reforma fiscal, las Perspectivas Económicas ofrecen puntos de vista bastante novedosos (en comparación con algunas de sus recomendaciones anteriores) al sugerir hacer los sistemas más progresivos centrándose en los efectos distributivos de los impuestos, así como aumentar los impuestos sobre el carbono al tiempo que se reducen las subvenciones a los combustibles fósiles.
En cuanto a la fiscalidad digital, la OCDE pide explícitamente una fiscalidad mínima, elevando el listón y las expectativas para las negociaciones fiscales en curso del «Pilar II».
- Los mensajes sobre la condicionalidad del apoyo a las empresas son contradictorios.
Por un lado, las Perspectivas Económicas coinciden en que el apoyo debe estar condicionado al mantenimiento del empleo, evitando al mismo tiempo el pago de dividendos y las indemnizaciones a los directores generales.
Por otro, advierte contra un apoyo público excesivo, en particular a las empresas inviables.
Sin embargo, en estos momentos podría resultar excesivamente complicado para los gobiernos distinguir entre las empresas con problemas de liquidez y las que simplemente no son competitivas en el mercado.
Por tanto, una política de apoyo excesivamente prudente podría hacer más mal que bien.
La cuestión de la deuda empresarial, que alcanza niveles sin precedentes, es anterior a la crisis de COVID-19 y debe abordarse con cuidado.
En ausencia de intervención, el riesgo de una crisis financiera es real.
Si las inyecciones de liquidez resultan insuficientes, las participaciones de capital público en empresas privadas podrían ser una solución, aunque la OCDE aún no tiene claras las condiciones exactas.
Según el TUAC, debe evitarse otra privatización de las ganancias y mutualización de las pérdidas a expensas del sector público, como ocurrió en 2008.
- En lo que respecta a los mercados laborales, la renovada atención prestada a las formas atípicas de empleo y a la necesidad de diseñar medidas inclusivas de red de seguridad social para preservar los puestos de trabajo y los ingresos de los trabajadores más expuestos es bienvenida.
Sin embargo, no reconoce que la crisis COVID-19 golpeó a un mercado laboral estructuralmente precario, que si bien ha recuperado penosamente los niveles de empleo desde la crisis financiera mundial de 2008, no ha ofrecido ni calidad de empleo ni resistencia.
Por lo tanto, no sólo se necesita una nueva óptica a la hora de abordar el papel del sector público como actor económico clave en la economía, sino también a la hora de reconocer que las reformas estructurales tradicionales, incluida la flexibilización del mercado laboral, no han logrado un crecimiento sostenido e inclusivo, y que para ello se requiere un nuevo paradigma.
Perspectivas económicas de la OCDE: un enfoque más pragmático de la política económica en tiempos de crisis
Mensajes principaux
- El primer número de las Perspectivas económicas de la OCDE para 2020 presenta un cuadro completo de las dificultades económicas causadas por el COVID-19 y de las medidas adoptadas para luchar contra la propagación de la epidemia, así como de las perspectivas para los próximos diez meses. En cas de retour du virus avant la fin de l’année et de nouvelles mesures de confinement, le PIB mondial chutera de -7,6 % en 2020, pour se redresser à 2,8 % en 2021. La situation est particulièrement grave pour l’OCDE et la zone euro, où le PIB pourrait chuter de -9,3 % et -11,5 %, respectivement. La crise ne manquera pas de laisser des cicatrices durables, ainsi que l’a souligné Richard Trumka, Président du TUAC, ramenant le revenu réel moyen par habitant dans la zone OCDE au niveau de 2013. Dans le cas d’une maîtrise complète de la diffusion du virus d’ici à la fin de l’année, la perte de PIB sera légèrement plus contenue mais toujours très importante. Le TUAC réclame ainsi une reprise fondée sur la confiance.
- En este contexto, la OCDE reconoce el esfuerzo presupuestario y monetario sin precedentes realizado por los gobiernos para luchar contra la recesión e invita a mantener las políticas expansionistas tanto tiempo como sea necesario.
Contrairement des positions bien ancrées sur la dette publique, la publication opte pour une vision pragmatique, reconnaissant que les déficits publics sont voulus à monter en flèche pour combattre la crise à court terme mais que cela ne constitue pas une menace pour la viabilité de la dette tant que la croissance économique est assurée.
- El informe no se detiene demasiado en el programa de reformas estructurales a más largo plazo.
Toutefois, il fait référence aux réformes structurelles du côté de l’offre traditionnellement construites autour du triptyque commerce-concurrence-flexibilité du travail.
Le TUAC a remis en question au fil des ans la capacité de ces réformes à produire les résultats escomptés en termes de croissance du PIB, sans parler de la croissance inclusive préconisée par l’OCDE, en l’absence d’un modèle de croissance fondé sur les salaires.
- En outre, tout en invitant les gouvernements à maintenir le libre-échange et les flux d’investissement, les perspectives économiques ne s’interrogent pas sur l’opportunité de revoir certaines des caractéristiques actuelles de la mondialisation, telles que la concentration excessive des entreprises et des marchés, ou la course vers le bas en termes de normes de travail et d’environnement.
- En lo que respecta a la reforma fiscal, las perspectivas económicas ofrecen puntos de vista muy novedosos (en comparación con algunas de sus recomendaciones anteriores) al sugerir que los sistemas sean más progresivos y se centren en los efectos distributivos de las políticas fiscales, así como que se aumenten los impuestos sobre el carbono al tiempo que se reducen las subvenciones a los combustibles fósiles.
En lo que respecta a la fiscalidad del sector numérico, la OCDE hace un llamamiento explícito a una fiscalidad mínima, así como al nivel y los objetivos de las negociaciones fiscales del «segundo pilar».
- Los mensajes sobre la condicionalidad del apoyo a las empresas están mitigados.
D’une part, les perspectives économiques conviennent que le soutien devrait être conditionné à la préservation de l’emploi tout en évitant le versement de dividendes et la rémunération des PDG.
D’autre part, elles mettent en garde contre un soutien public excessif, en particulier aux entreprises non viables.
Sin embargo, en la situación actual, puede resultar demasiado complicado para los gobiernos distinguir entre las empresas con problemas de liquidez y las que simplemente no son competitivas en el mercado.
Une politique de soutien trop prudentielle pourrait donc faire plus de mal que de bien.
La question de l’endettement record des entreprises est antérieure à la crise COVID-19 et doit être traitée avec soin.
En l’absence d’intervention, le risque d’une crise financière est réel.
If les injections de liquidités s’avèrent insuffisantes, la prise de participations publiques dans des entreprises privées pourrait être une solution bien que l’OCDE ne soit encore claire sur les conditions exactes.
Selon le TUAC, il faut éviter une nouvelle privatisation des gains et une mutualisation des pertes au détriment du secteur public, comme ce fut le cas en 2008.
- En ce qui concerne les marchés du travail, il faut se féliciter du regain d’intérêt pour les formes d’emploi atypiques et de la nécessité de concevoir des mesures de protection sociale inclusives pour préserver les emplois et les revenus des travailleurs les plus exposés.
Toutefois, elle ne tient pas compte du fait que la crise COVID-19 a frappé un marché du travail structurellement précaire, qui, bien qu’ayant douloureusement retrouvé des niveaux d’emploi depuis la crise financière mondiale de 2008, n’a pas permis d’assurer la qualité et la résilience des emplois.
Par conséquent, il convient non seulement d’adopter une nouvelle optique lorsqu’on aborde le rôle du secteur public en tant qu’acteur économique clé dans l’économie, mais aussi de reconnaître que les réformes structurelles traditionnelles, notamment la flexibilisation du marché du travail, n’ont pas permis d’obtenir une croissance soutenue et inclusive et qu’un nouveau paradigme est nécessaire à cette fin.