Los trabajadores de plataformas presenciales reciben un trato pésimo, ya que los empleadores basados en aplicaciones utilizan definiciones turbias y lagunas legales para eludir sus responsabilidades. La economía de plataforma es un desafío para las condiciones laborales y los derechos laborales de todos los trabajadores. Un nuevo documento con una serie de reivindicaciones de las federaciones sindicales mundiales, incluida la TUAC, pone de relieve una enorme variedad de deficiencias en la forma en que se trata a algunos trabajadores (descargar a la izquierda). La OCDE ha confirmado la mayoría de estos problemas. El TUAC lleva años reclamando una acción política si no se quieren cambiar los modelos empresariales. Por ello, el TUAC acogió con satisfacción la Declaración Ministerial de Trabajo y Empleo del G20 publicada el 23 de junio, que reconoce el papel fundamental del diálogo social y un enfoque internacional para la regulación de la economía de plataforma. En particular, la admisión de la necesidad de claridad sobre el estatus laboral de los trabajadores de plataformas y evitar su clasificación errónea y el compromiso para una acción concertada:
«Para ayudar a aprovechar plenamente el potencial de las nuevas tecnologías y proteger y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores afectados, trabajaremos para garantizar que nuestros marcos normativos se adapten a las nuevas formas de trabajo.
Un reto particular sigue siendo la correcta clasificación de la situación laboral de muchas personas que trabajan a través de plataformas, así como la transparencia, la privacidad, la equidad y la rendición de cuentas de la gestión y la supervisión algorítmicas.
Acordamos un conjunto de Opciones Políticas del G20 para mejorar los marcos regulatorios de los acuerdos de trabajo a distancia y el trabajo a través de plataformas digitales que se desarrollarán e implementarán en cooperación con los Interlocutores Sociales .»
Muchos de los puntos planteados en la declaración sobre salarios justos, seguridad y salud en el trabajo, transparencia algorítmica, procesos de rescisión, vigilancia y seguimiento y control de datos son cuestiones que los sindicatos llevan mucho tiempo argumentando que los gobiernos deben abordar. Otros elementos, como la certificación de las aplicaciones de control laboral y la comprobación de los programas informáticos para detectar efectos discriminatorios, no se tuvieron en cuenta. Las federaciones sindicales internacionales exigen a los gobiernos de todo el mundo que cierren estas lagunas e insistan en que las empresas basadas en aplicaciones y tecnología cumplan sus obligaciones en materia de derechos de los trabajadores. Éstas van desde salarios y condiciones inaceptables hasta limitaciones en materia de derechos humanos y negligencia en materia de salud y seguridad. El conjunto de demandas se centra específicamente en cómo las distorsiones en la interpretación de la legislación laboral están afectando a las personas en la economía de plataformas. Muchas empresas que prestan servicios como taxis, reparto de comida, limpieza y transporte de mercancías argumentan que las personas que realizan el trabajo son autónomos. La clasificación errónea del estatus laboral de los trabajadores permite a estas empresas evitar impuestos y otros costes en comparación con sus competidores tradicionales. Las estimaciones del ahorro en costes laborales oscilan entre los 6.000 euros anuales por trabajador en España y los 24.000 dólares en California.
Como señala el documento de los sindicatos mundiales El concepto de control es clave
Si una empresa ejerce control sobre las personas, entonces debería tratarlas como empleados y cumplir unos derechos laborales mínimos ampliamente aceptados. La mayoría de estas empresas afirman que sus trabajadores son autónomos y, sin embargo, utilizan descaradamente formas de control sin escrúpulos. Por ejemplo:
- La aplicación y sus condiciones de servicio suelen imponer condiciones sobre los tipos de vehículos o equipos utilizados, la secuenciación de las tareas, el acceso a los clientes.
- Muchos utilizan su aplicación para controlar continuamente los datos de localización, el tiempo de trabajo y la velocidad.
- Las tareas aceptadas y rechazadas, los comentarios de los usuarios y las valoraciones se utilizan para dirigir el trabajo.
- Las aplicaciones utilizan incentivos que incluyen valoraciones de los clientes, bloqueos temporales en el uso de la aplicación, pagos y precios en función de la demanda y bonificaciones por completar rápidamente las tareas.
El documento hace un llamamiento a los gobiernos para que consideren los problemas omnipresentes en la economía de plataformas y adopten las diez demandas políticas clave para mejorar las condiciones de trabajo. Fue elaborado por la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) y la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC) y ha sido respaldado por la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Internacional de la Educación (IE), la Federación Internacional de Periodistas (FIP), IndustriALL Global Union y la Internacional de Servicios Públicos (ISP).
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