El 18 de junio, el Secretario General de la OCDE hizo pública una declaración en la que pedía a todos los países que siguieran participando en las negociaciones internacionales de la OCDE sobre fiscalidad con vistas a alcanzar una solución global a finales de año. Esta declaración sigue a los artículos de prensa que informan de que Estados Unidos se ha retirado de las negociaciones. Para el TUAC, las negociaciones fiscales deben continuar y reforzarse para frenar eficazmente la infraimposición de las empresas -mediante cambios efectivos de las normas del impuesto de sociedades-, detener la carrera fiscal a la baja -mediante un acuerdo global sobre derechos mínimos de imposición- y garantizar una fiscalidad justa para todos, incluidos los países en desarrollo. El TUAC acogió con satisfacción el inicio de las negociaciones en el ámbito del G20 en 2017. El objetivo era lograr una fiscalidad más justa de la economía digital. La crisis de los Covid-19 se suma a la urgencia de frenar la infraimposición y poner fin a la competencia fiscal. Es esencial que continúen las negociaciones de la OCDE y que se haga todo lo posible para alcanzar un acuerdo ambicioso y justo sobre un tipo impositivo mínimo global, que ofrezca perspectivas positivas en términos de lucha contra la competencia fiscal y de aumento de los ingresos públicos a nivel mundial. Al parecer, Estados Unidos se retira del «primer pilar» de las negociaciones de la OCDE, aunque mantiene un apoyo de principio al «segundo pilar». El primer pilar pretende revisar la asignación de los ingresos del impuesto de sociedades entre los países. Las empresas digitalizadas muy rentables podrían tener que pagar una pequeña cantidad de impuestos en los países donde se realizan las ventas. El segundo pilar introduciría un tipo mínimo del impuesto de sociedades a escala mundial. Los países estarían legalmente autorizados a devolver los beneficios extranjeros de sus entidades que no hayan tributado lo suficiente. Ya en febrero, Estados Unidos había anunciado su intención de acogerse a un «puerto seguro» del primer pilar(véase la reacción del TUAC). Sin embargo, dado que hasta ahora ambos pilares se han tratado siempre como un paquete, el reciente anuncio de EE.UU. plantea serias dudas sobre el futuro de las negociaciones de la OCDE. En lo que respecta al primer pilar, el compromiso propuesto no cumple las expectativas del TUAC. Daría lugar a una complejidad considerable, mientras que el impacto real sobre los ingresos del impuesto de sociedades sería muy pequeño. Si la OCDE no logra un acuerdo sobre el primer pilar, cada vez más países introducirán sus propios impuestos sobre los servicios digitales en un intento de recaudar unos ingresos muy necesarios. Las amenazas del gobierno estadounidense de aplicar importantes sanciones comerciales a estos países aumentan la perspectiva de una escalada de tensiones en un contexto multilateral ya de por sí preocupante. El mejor camino a seguir es una reforma profunda y duradera de la arquitectura fiscal internacional, basada en la imposición unitaria y en una mayor transparencia fiscal.
Reforma fiscal internacional – Las negociaciones de la OCDE deben continuar
El 18 de junio, el Secretario General de la OCDE hizo pública una declaración en la que pedía a todos los países que siguieran participando en las negociaciones internacionales de la OCDE sobre fiscalidad con vistas a alcanzar una solución global a finales de año. Esta declaración sigue a ...