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Las previsiones intermedias de la OCDE muestran que la recuperación está lejos de ser inclusiva

Principales conclusiones La cicatriz del desempleo juvenil no se ha curado. La recuperación ha pasado por alto a los más jóvenes. Las tasas de empleo de los jóvenes de 15 a 24 años aún deben recuperarse sustancialmente para alcanzar el nivel anterior a la crisis (véase el gráfico ...

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En sus previsiones provisionales publicadas el13 de marzo, la OCDE ha revisado ligeramente al alza sus previsiones de crecimiento para 2018 y 2019 en comparación con las Perspectivas de la OCDE de noviembre de 2017. Ahora se espera que el crecimiento del PIB mundial alcance casi el 4% en los dos próximos años. Sin embargo, las Previsiones también ilustran que las heridas infligidas por la Gran Recesión están lejos de cicatrizar, ya que la recuperación económica ha sido desigual y ha beneficiado principalmente a los más ricos. Mientras que la renta real disponible del 10% de los hogares más ricos ha aumentado significativamente y supera su nivel anterior a la crisis, no ocurre lo mismo con la mediana y el 10% de los hogares más pobres. Los ingresos del 10% inferior siguen estando por debajo del nivel que tenían antes de la crisis (véase el gráfico siguiente).

Principales conclusiones
  • La cicatriz del desempleo juvenil no se ha curado. La recuperación ha pasado por alto a los más jóvenes.
    Las tasas de empleo de los jóvenes de 15 a 24 años aún deben recuperarse sustancialmente para alcanzar el nivel anterior a la crisis (véase el gráfico siguiente).
  • La OCDE adopta una posición ambigua sobrela reforma fiscal estadounidense. Las previsiones se cuidan de no sacar conclusiones explícitas, pero las estimaciones son reveladoras.
    Las empresas son las principales beneficiarias de la ley estadounidense de recortes fiscales y empleos.
    De la reducción fiscal total del 2% del PIB durante 2018 y 2019, se espera que tres cuartas partes (1,3% del PIB) se destinen a recortes del impuesto de sociedades.
    Aunque la OCDE estima que todo el estímulo fiscal elevaría el PIB estadounidense entre 0,50 y 0,75 puntos porcentuales, también advierte de que las reducciones fiscales para los hogares más ricos irían más al ahorro que al aumento del gasto.
    En definitiva, es probable que el plan de recortes fiscales de EE.UU. beneficie sobre todo a los hogares ricos y a los accionistas, mientras que producirá ganancias relativamente pequeñas en la producción y el empleo en comparación con la magnitud del estímulo.
    En la misma línea, la OCDE también expresa su preocupación por lo que denomina una política fiscal «excesivamente» procíclica.
  • Contar con unos salarios más fuertes para recuperar la inflación Las previsiones provisionales afirman que un «modesto aumento de la inflación a partir de niveles moderados sería bienvenido» y que ello depende de que repunte el crecimiento salarial.
    En este punto, la OCDE observa de nuevo que la dinámica salarial sigue siendo débil a pesar del descenso de las tasas de desempleo.
    Sin embargo, la OCDE se abstiene de sacar la conclusión de que las pasadas reformas estructurales han aumentado la inseguridad del mercado laboral y han socavado la posición negociadora de los trabajadores.