Una nueva publicación de la OCDE destaca que el mercado laboral en España mostró una resistencia sustancialmente mayor durante la crisis COVID-19 en comparación con la crisis financiera mundial. Mientras que en la crisis anterior el desempleo se disparó en 18 puntos porcentuales, sólo aumentó modestamente en 3 puntos porcentuales en respuesta al choque COVID-19. Utilizando técnicas de investigación de vanguardia, la OCDE constata que el uso creciente y generalizado de un sistema de mantenimiento del empleo explica muchas cosas. En ausencia de este sistema de apoyo al empleo, las tasas de desempleo habrían sido al menos 4 puntos porcentuales superiores a las tasas reales de media durante los 18 meses transcurridos desde marzo de 2020. Al mismo tiempo, la OCDE señala el papel de los interlocutores sociales en la puesta en marcha y la configuración de un sistema de apoyo al mantenimiento del empleo más fuerte y que funciona mejor, lo que ha dado lugar a una absorción masiva con, en su punto álgido, uno de cada cuatro asalariados en trabajo de corta duración.
"Es refrescante leer que la OCDE apoya un plan progresivo de mantenimiento del empleo para salvar puestos de trabajo y evitar el desempleo masivo. Es importante animar a gobiernos, empresarios y sindicatos a trabajar juntos para salvar puestos de trabajo siempre que sea posible y crear las condiciones que permitan a los trabajadores pasar a empleos mejores cuando no pueda evitarse la pérdida de puestos de trabajo."
«COVID era claramente un problema temporal en el que los despidos masivos eran evitables. España ofreció un buen ejemplo de intervención eficaz del Gobierno y de diálogo social para salvaguardar el empleo. El resultado fue bueno para las empresas, bueno para los trabajadores y bueno para la economía» añadió Veronica Nilsson. Las conclusiones de la OCDE sobre la reforma del mantenimiento del empleo en España durante la COVID son de gran interés, no sólo para España, sino también para otros responsables políticos y sindicatos de toda la OCDE, ya que demuestran que este tipo de regímenes pueden salvaguardar puestos de trabajo a gran escala y proteger a los mercados laborales de grandes sacudidas. Al mismo tiempo, es lamentable que la OCDE no tenga en cuenta los beneficios para la economía en general, con trabajadores menos inseguros que mantienen el consumo de los hogares y evitan así una recesión más grave. Además, algunas recomendaciones políticas, especialmente la de sustituir la actual cofinanciación empresarial del plan de mantenimiento del empleo por cotizaciones futuras a la seguridad social («calificación por experiencia»), es cuestionable y no se basa en un análisis sólido.
Para más información, véase el documento del TUAC
Foto Kivanc Ozvardar OIT