En mayo de 2018, el Consejo de la OCDE adoptó una Recomendación del Consejo para promover e implementar la Guía de Diligencia Debida de la OCDE para la Conducta Empresarial Responsable. La Recomendación se dio a conocer en la MCM de la OCDE de 2018. La Guía explica cómo las empresas deben llevar a cabo la diligencia para evitar y abordar los impactos adversos en virtud de las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales. Se espera que la Guía se convierta en la referencia internacional autorizada en materia de diligencia debida. Las Orientaciones establecen un marco de diligencia debida que deben utilizar las empresas para evitar y abordar los impactos adversos en sus operaciones, cadenas de suministro y relaciones comerciales en todos los temas relevantes según las Directrices: (i) divulgación de información; (ii) derechos humanos; (iii) empleo y relaciones laborales; (iv) medio ambiente; (v) soborno; y (vi) consumo. Las empresas no pueden «elegir» qué impactos adversos evitar y abordar, aunque tengan que establecer prioridades en función de la gravedad y la probabilidad. La adopción de la Recomendación del Consejo que promueve la Guía constituye un hito importante. La medida en que las empresas lleven a cabo una diligencia debida eficaz, en consonancia con la Guía de la OCDE, dependerá en última instancia de la actuación de los gobiernos. Varios países de la OCDE ya han tomado medidas, incluida la introducción de medidas legislativas vinculantes. El TUAC hace un llamamiento a los gobiernos adheridos para que apliquen el siguiente plan de 5 puntos:
- Introducir una diligencia debida obligatoria que cubra todos los temas de las Directrices de la OCDE y establezca la responsabilidad de las empresas;
- Reforzar la coherencia política introduciendo cláusulas vinculantes de diligencia debida en los acuerdos comerciales y de inversión, los créditos a la exportación, la financiación del desarrollo y la contratación pública;
- Supervisar el cumplimiento por parte de las empresas del marco de diligencia debida de la OCDE;
- Reforzar el compromiso de las partes interesadas apoyando el desarrollo de capacidades en materia de diligencia debida para los sindicatos y otras partes interesadas;
- Difundir la Guía, incluso asegurándose de que los Puntos Nacionales de Contacto disponen de los recursos necesarios para ello, trabajando con los interlocutores sociales/partes interesadas.
La OCDE también tiene un papel central que desempeñar en la promoción de la Guía. Debería elaborar un plan de implementación, basándose en las lecciones aprendidas de sus programas de seguimiento para la promoción de la Guía de diligencia debida sectorial, e implicar a TUAC, BIAC y OECD Watch. La aplicación efectiva de la Guía requerirá recursos adecuados. Lea más aquí:
Sesión informativa del TUAC
Guía de diligencia debida de la OCDE para una conducta empresarial responsable
https://legalinstruments.oecd.org/en/instruments/OECD-LEGAL-0443