En vísperas del influyente informe anual Perspectivas Económicas de la OCDE, que se publicará el 7 de junio, la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC) insta a la:
- Una paralización inmediata de la subida de los tipos de interés
- El sector público para estabilizar la economía y evitar la austeridad
- Llamar la atención sobre el aumento de los beneficios que impulsa la inflación – que está redistribuyendo la renta de los salarios a los beneficios
- Promover la negociación colectiva para restablecer el poder adquisitivo de los salarios
- Las políticas para aumentar la resistencia, incluyendo la política industrial, los controles selectivos de precios y las inversiones públicas para construir un suministro y una capacidad más seguros, junto con un debate en profundidad sobre la necesidad de unos objetivos de estabilidad de precios más flexibles para hacer frente a un entorno global más volátil.
Las propuestas sindicales se recogen en un documento del TUAC a la OCDE en el que se destacan hechos clave como que:
- El impacto sobre la actividad económica real de la subida de los tipos de interés supera con creces el impacto sobre la inflación.
Dado que la subida de los tipos de interés alcanza su efecto máximo al cabo de dos años, la «solución» a la inflación llegará mucho después de que ésta haya bajado. - El impacto económico negativo de la subida de los tipos de interés puede verse agravado por su repercusión en el sector bancario y financiero.
Si se producen más turbulencias en los mercados financieros, podrían restringirse gravemente los préstamos y empujar a la economía aún más hacia la recesión. - La subida de los tipos de interés puede reducir la inflación en épocas de exceso de demanda, pero no reducirá la inflación provocada por estrangulamientos específicos de la oferta, como es el caso de la inflación desencadenada por problemas de suministro energético.
- No se ha producido una espiral de precios y salarios, sino pruebas claras de que las empresas han aumentado los precios de forma desproporcionada para aumentar sus beneficios y cubrir (por ejemplo, la energía) los costes más elevados.
Desencadenar una grave desaceleración económica para mantener bajos los aumentos salariales en un momento en el que los salarios reales ya se están recortando y los beneficios están aumentando acelerará la redistribución del trabajo al capital, lo que agravará aún más las desigualdades. - Algunos responsables políticos ya abogan por los techos de deuda, los pactos de estabilidad y la reimposición de los ratios de deuda pública.
La experiencia de una década de austeridad tras la crisis financiera de 2008 demuestra que una austeridad mal calculada no consigue reducir los ratios de deuda pública, pero sí perjudica los resultados económicos y la recuperación, especialmente la de los trabajadores.
Las próximas Perspectivas Económicas de la OCDE no pueden hacer la vista gorda ante el hecho de que son los beneficios, y no los salarios, los que impulsan la inflación. Subir los tipos de interés e imponer la austeridad debilitará la posición negociadora de los trabajadores y acelerará la transferencia de ingresos de los salarios a los beneficios. Sería lo contrario del objetivo declarado de la OCDE de configurar políticas que fomenten la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todos. La OCDE debe promover la negociación colectiva para aumentar los salarios y compensar la inflación, así como el diálogo social tripartito para evitar que los bancos centrales pongan en peligro innecesariamente el empleo y las economías.