Siguen faltando los motores del crecimiento sostenible: Es hora de cambiar la agenda de reformas
Las Perspectivas Económicas de la OCDE publicadas con motivo de la reunión del Consejo Ministerial de 2018 llevan el mensaje clave de que necesitamos «una forma diferente de crecer». Como la recuperación de la inversión no es lo suficientemente fuerte y otras dinámicas de crecimiento, en particular los salarios, tampoco despegan, la relajación de la política fiscal mantiene el impulso del crecimiento. Con unas tasas de rendimiento de la inversión tan elevadas como el 12% en toda la OCDE (véase el gráfico siguiente) y un entorno monetario flexible, la inversión empresarial debería estar en auge. Y no lo está. La dinámica salarial debería estar acelerándose. Pero no lo están. Las empresas están claramente acaparando estos rendimientos récord o los están pagando en dividendos a los accionistas y recompra de acciones y/o canalizándolos hacia fusiones y adquisiciones en lugar de invertirlos en inversión productiva. Esto exige un programa de reformas radicalmente distinto al del pasado. El llamamiento de la OCDE para que se invierta en cualificaciones y se aumente la inversión pública en infraestructuras debería complementarse con una agenda política que establezca las condiciones normativas para los modelos empresariales a largo plazo y reequilibre la posición negociadora de los trabajadores frente a las empresas. Esto garantizará que el crecimiento salarial pueda ser lo suficientemente rápido como para forzar la inversión empresarial en la expansión de la producción, configurando así una recuperación impulsada por los salarios.
