La nueva Estrategia para el Empleo lanzada hoy tiene la ventaja de ampliar el enfoque de la OCDE. Ya no se centra únicamente en la cantidad, sino también en la calidad de los empleos y en una mayor igualdad de resultados. Además de proporcionar mensajes útiles sobre la política macroeconómica del lado de la demanda, la OCDE reconoce ahora explícitamente el valor y los beneficios de las instituciones del mercado laboral, como los salarios mínimos, la negociación colectiva, la protección del empleo y los sistemas de prestaciones por desempleo.
Al mismo tiempo, otras partes de la nueva Estrategia para el Empleo mantienen la visión tradicional de favorecer la flexibilidad del mercado laboral y las políticas que trasladan el riesgo del mercado laboral de los empresarios a los trabajadores, de lo colectivo a lo individual. A pesar de los cambios positivos introducidos a nivel de objetivos y principios generales, parte de sus recomendaciones políticas van así en contra de los objetivos declarados de mejorar la calidad del empleo y reducir las desigualdades. Esto afecta, en particular, a algunas recomendaciones sobre los salarios mínimos y la negociación colectiva. En general, esto hace que la nueva Estrategia para el Empleo sea hasta cierto punto ambigua, lo que permite a los responsables políticos «elegir» el tipo de orientación política según les convenga. TUAC y sus afiliados seguirán de cerca la aplicación de la nueva Estrategia para el Empleo con el fin de impulsar una agenda política que vuelva a poner bajo control la excesiva flexibilidad del mercado laboral y reequilibre la relación trabajador-empleador, tras décadas de debilitamiento de la posición negociadora de los trabajadores Véase adjunto un análisis más detallado de TUAC.