Un nuevo informe de la OCDE publicado hoy, «¿Cómo hacer que las sociedades prosperen?», describe cómo la inestabilidad laboral y las malas condiciones de trabajo pueden provocar un aumento de la fatiga, riesgo de agotamiento o depresión y un deterioro de la salud mental. En él se constata que las personas con riesgo de sufrir problemas de salud mental tienen 3 veces más probabilidades de estar insatisfechas con su trabajo. El informe recomienda a los gobiernos que adopten políticas que puedan mejorar la salud mental y otros resultados de bienestar. El TUAC subraya el papel clave que desempeña el bienestar en el trabajo en el bienestar general. Otro estudio reciente delCentro de Bienestar, Inclusión, Sostenibilidad e Igualdad de Oportunidades (WISE) de la OCDEaporta conclusiones notables. Utilizando datos de una encuesta europea sobre la calidad de vida en 2003-2016, el análisis de la OCDE cuantifica cómo unas buenas condiciones laborales determinan la satisfacción vital en comparación con los ingresos familiares. La OCDE descubrió que tener un empleo proporciona tanta satisfacción como un aumento del 13% en los ingresos del hogar. Las condiciones no salariales también son cruciales: una alta inseguridad laboral, con trabajadores que esperan perder su empleo en los próximos seis meses, deprime la satisfacción vital tanto como perder el 52% de los ingresos del hogar. Otros factores en el trabajo que reducen la satisfacción vital son las tensiones con la dirección y trabajar más de 49 horas semanales. La OCDE también descubrió que erradicar las largas jornadas laborales y la inseguridad laboral y mejorar las relaciones entre la dirección y los trabajadores, junto con reducir el desempleo o la inactividad, puede aumentar la satisfacción vital tanto como añadir una cuarta parte adicional a la renta nacional total (véase el gráfico).
"Un alto nivel de empleo y unas buenas condiciones de trabajo junto con la ausencia de tensiones entre la dirección y los trabajadores son importantes para el bienestar de las sociedades, los Gobiernos deben promover sistemas eficaces de relaciones laborales y sindicatos y organizaciones patronales fuertes para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
"Contrariamente a muchos banqueros centrales que quieren combatir la inflación aumentando el desempleo, un alto nivel de empleo es positivo para el bienestar, así como para la actividad económica y los ingresos fiscales de los Gobiernos."
