Las Perspectivas de la Economía Digital de la OCDE, publicadas recientemente, contienen llamamientos a favor de programas de formación asequibles o gratuitos, a abordar la brecha digital de género y a colaborar con los sindicatos en materia de competencias. La OCDE pide a los gobiernos que – Proporcionar «acceso a programas de formación asequibles o gratuitos y becas, especialmente para las personas con bajos ingresos, y apoyar iniciativas como bibliotecas públicas, centros comunitarios y plataformas en línea que ofrezcan recursos educativos»; y
– «Entablar un diálogo social con los sindicatos» para «mejorar el funcionamiento eficaz de los sistemas de competencias». También pide a las empresas que «creen un entorno propicio para el aprendizaje continuo y el desarrollo de las capacidades» y subraya que «los empleadores deben invertir en los empleados para ayudarles a adquirir y mantener las capacidades necesarias en el lugar de trabajo». Observando que «las diferencias entre hombres y mujeres en los campos técnicos surgen a una edad temprana y persisten a lo largo de la carrera profesional de las mujeres», la OCDE advierte de que «las consecuencias de la inacción son claras: menor productividad, crecimiento más lento y desigualdad creciente». La publicación subraya que «[s]e necesitan medidas urgentes para cerrar la brecha de competencias en TIC, promover el espíritu empresarial femenino y catalizar a las mujeres innovadoras e inventoras en TIC». Para hacer frente a las desigualdades en las profesiones digitales, la OCDE destaca la importancia de los «servicios de orientación profesional financiados con fondos públicos» para animar a las mujeres a emprender estudios STEM. La publicación también señala la necesidad de «cubrir los costes directos e indirectos de la formación, así como garantizar la disponibilidad de oportunidades de aprendizaje flexibles» para abordar algunas de las barreras a las que pueden enfrentarse las mujeres a la hora de participar en la formación. Resulta menos útil que la publicación haga demasiado hincapié en la voluntad y la motivación individuales como factor central de la participación en la formación, sin hablar demasiado de las barreras a las que pueden enfrentarse los adultos y de lo que se necesita para abordarlas. Aunque se reconoce la importancia del diálogo social con los sindicatos sobre la formación, tampoco se reconoce el papel de los sindicatos a la hora de negociar el derecho a la formación, y el permiso de formación remunerado, en los convenios colectivos. La OCDE afirma además que «las tecnologías digitales revolucionan los mecanismos tradicionales de aprendizaje» y «mejoran los sistemas educativos y… su impartición», sin ningún debate sobre los riesgos que plantea el creciente uso de las tecnologías digitales en los sistemas de aprendizaje y formación. Entre ellos se incluye el potencial de la IA para exacerbar las desigualdades en el aprendizaje de adultos, incluso mediante la incrustación y el aumento de los prejuicios humanos preexistentes.
"Es útil que la OCDE pida a los gobiernos que faciliten el acceso a una formación asequible o gratuita para el desarrollo de las competencias digitales y reconozca la necesidad de que los empresarios inviertan en sus trabajadores, pero es una pena que no apoye el derecho a la formación o a un permiso de formación remunerado.