El movimiento sindical internacional pide a los gobiernos del G20 que actúen con urgencia y decisión para proteger y promover el empleo, ya que el mundo se enfrenta a una destrucción continua de puestos de trabajo y de actividad económica debido a la pandemia del COVID-19.
En una declaración ante la reunión de Ministros de Trabajo y Empleo del G20, los sindicatos del L20 establecieron un plan integral para abordar los impactos sociales y económicos de la crisis, con el empleo, la protección social, los derechos fundamentales y la inversión vital en recuperación y resiliencia en el centro de la respuesta global. Entre las reivindicaciones sindicales ocupan un lugar central la inversión en atención sanitaria, educación, atención infantil y atención a la tercera edad, así como en infraestructuras y política industrial para impulsar la acción por el clima y una transición justa, junto con el cumplimiento de los compromisos previos relativos a las mujeres y los jóvenes, la garantía de los derechos fundamentales para todos los trabajadores en línea con la Declaración del Centenario de la OIT, y la salud y seguridad en el trabajo.
"La escala y la profundidad de esta crisis exigen en todas partes una acción valiente por parte de los gobiernos, con 350 millones de empleos perdidos o amenazados, y cientos de millones de trabajadores de la economía informal abocados a la indigencia. Medidas parciales, o peor aún un retroceso al dogma fracasado de la austeridad, serían desastrosas. Ahora es el momento de que los gobiernos pongan en marcha un nuevo contrato social con financiación para la recuperación que cumpla la prueba de hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la acción por el clima con diálogo social para una transición justa. Las decisiones tomadas por el G20 afectarán a todos los países directa o indirectamente, y esperamos que muestren la voluntad política necesaria para permitir que la economía mundial se encamine por la senda de la sostenibilidad y de la prosperidad para todos."
"Necesitamos un plan de recuperación que genere confianza: confianza en los sistemas sanitarios, en la protección de la salud y la seguridad en el trabajo de los trabajadores y en unos planes de estímulo fiscal sólidos para una recuperación sostenible. La crisis ha puesto de manifiesto importantes diferencias entre quienes tienen contratos de trabajo estables y una protección social adecuada y el resto. Los trabajadores atípicos, los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes, en particular, se ven muy afectados por la crisis. Los ministros de Trabajo del G20 tienen que establecer una hoja de ruta para restablecer y crear más empleos de calidad y colmar las lagunas en la regulación y la protección de los trabajadores".