Coronavirus, pero no sólo
París, 4 de marzo de 2020
Principales conclusiones
Tras el impacto del coronavirus, la OCDE ha recortado sustancialmente las previsiones de crecimiento económico entre 0,5 y 1,5 puntos porcentuales:
- En el «mejor de los casos», la epidemia alcanza su punto álgido en China en la primera mitad de 2020 y se contiene a los niveles actuales en el resto del mundo; las previsiones de crecimiento del PIB mundial pasan del 2,9%, previsto en las Perspectivas Económicas de noviembre de 2019, al 2,4%.
- En el «peor de los casos», el brote de coronavirus no se detiene y se extiende por Asia-Pacífico, Europa y Norteamérica, reduciendo a la mitad las perspectivas de crecimiento para 2020, del 2,9% al 1,5% únicamente.
El informe de la OCDE insta a los gobiernos a actuar de inmediato, incluyendo un llamamiento muy necesario y bienvenido para apoyar sistemas de salud pública bien dotados de recursos.
El informe reitera además las recomendaciones anteriores de mantener políticas monetarias acomodaticias y fiscales de apoyo, que pueden mitigar, aunque no compensar totalmente, los trastornos causados por la propagación del virus.
A la luz de las estimaciones revisadas de la OCDE, la situación es preocupante.
Es muy probable que la difusión del coronavirus no haya alcanzado su meseta a principios de marzo de 2020, lo que hace menos realista la hipótesis más optimista de la OCDE de un crecimiento del PIB del 2,4% en ese año.
En segundo lugar, la actual emergencia epidemiológica se suma a una economía mundial ya debilitada y a un régimen económico que una década después de la crisis financiera mundial no es capaz de ofrecer un crecimiento sostenido y continuado.
La TUAC lleva mucho tiempo abogando por un aumento del gasto fiscal, junto con políticas favorables al trabajo para reforzar los salarios y el crecimiento de los ingresos de los hogares.
Esta es la forma más eficaz de combatir el estancamiento económico y crear un amortiguador contra los choques inesperados, como el inducido por el coronavirus.
Ampliar el gasto fiscal sólo después de que la crisis haya golpeado podría ser demasiado poco y demasiado tarde.
Por último, la OCDE aboga por un estímulo monetario y fiscal coordinado a nivel del G20.
El L20 lleva tiempo abogando por que el G20 vuelva a centrarse en su mandato histórico de «prevenir y resolver las crisis financieras internacionales» y apoyar «un crecimiento económico mundial estable y sostenible que beneficie a todos» (G20, 2008).
Dado que la economía mundial se encuentra, una vez más, al borde de la recesión global, se espera mucha más acción por parte de los foros del G20 y el G7.
Una acción multilateral coordinada representa la mejor respuesta al debilitamiento económico mundial: esto incluye políticas sanitarias, medidas de contención y mitigación, apoyo a las economías de bajos ingresos, aumento conjunto y coordinado de las intervenciones fiscales para restablecer la confianza y apoyar los ingresos de los hogares.
Comentarios del TUAC sobre la evaluación económica intermedia de la OCDE
Coronavirus, mais pas seulement
París, 4 de marzo de 2020
Principales conclusiones
Suite à l’impact du coronavirus, l’OCDE a considérablement réduit les prévisions de croissance économique entre 0,5 et 1,5 point de pourcentage:
- En el «mejor de los casos», la epidemia culmina en China en el primer semestre de 2020 y se mantiene a los niveles actuales en el resto del mundo; las proyecciones de crecimiento del PIB mundial pasan del 2,9%, según lo previsto en las Perspectivas económicas de noviembre de 2019, al 2,4%.
- Dans le «pire des cas», l’épidémie de coronavirus ne s’arrête pas et se propage à travers l’Asie-Pacifique, l’Europe et l’Amérique du Nord, réduisant de moitié les perspectives de croissance pour 2020 de 2,9% à 1,5% seulement.
Le rapport de l’OCDE exhorte les gouvernements à agir, y compris un appel (nécessaire et bienvenu) pour soutenir des systèmes de santé publique dotés de ressources suffisantes.
Le rapport réitère en outre les recommandations passées de l’OCDE en matière de politiques monétaires (maintenir une politique accommodante) et budgétaires favorables, qui peuvent atténuer, mais pas entièrement compenser les perturbations causées par le virus de propagation.
Au vu des estimations révisées de l’OCDE, la situation est préoccupante.
La diffusion du coronavirus n’a probablement pas atteint son plateau début mars 2020, ce qui rend le scénario de l’OCDE le plus favorable d’une croissance du PIB de 2,4% cette année moins réaliste.
En segundo lugar, la urgencia epidemiológica actual debe añadirse a una economía mundial ya debilitada y a un sistema económico que, diez años después de la crisis financiera mundial, aún no está en condiciones de generar un crecimiento sostenido y continuo.
Le TUAC plaide depuis longtemps pour une véritable relance budgétaire coordonnée, ainsi que des politiques favorables à l’emploi pour renforcer les salaires et le revenu des ménages.
Un relance qui sera plus efficace pour lutter contre la stagnation économique et anticiper les chocs externes, comme celui induit par le coronavirus.
La relance budgétaire une fois la crise éclatée, pourrait être trop faible, trop tard.
Enfin, l’OCDE appelle à une relance monétaire et budgétaire coordonnée au niveau du G20.
Le L20 plaide depuis longtemps pour que le G20 se recentre sur son mandat historique : «prévenir et résoudre les crises financières internationales» et soutenir «une croissance économique mondiale stable et durable qui profite à tous».
Alors que l’économie mondiale est, encore une fois, au bord de la récession mondiale, une réaction des forums du G20 et du G7 est attendue.
Una acción multilateral coordinada representa la mejor respuesta a la inestabilidad económica mundial: además de una acción decisiva en materia de salud, es necesario apoyar a las economías de bajos ingresos y, por lo tanto, aumentar de forma conjunta y coordinada las ayudas presupuestarias para restablecer la confianza y mejorar los ingresos de los hogares.