Este sitio web ha sido traducido para su comodidad, pero ninguna traducción automática es perfecta. El texto oficial es la versión inglesa de la página web. Si surge alguna duda relacionada con la exactitud de la traducción, consulte la versión inglesa.
25 septiembre 2025

Los sindicatos acogen con satisfacción el informe de la OCDE sobre la desigualdad, pero destacan que falta un eslabón en la negociación colectiva

Los sindicatos acogen con satisfacción el nuevo informe de la OCDE «Tener y no tener – Cómo reducir la brecha de oportunidades», pero advierten a los gobiernos de que la igualdad de oportunidades no es suficiente para abordar los elevados niveles de desigualdad actuales, y que el encuadre ...

Compartir artículo:

Seguir leyendo

Screenshot 2025-09-25 at 11.56.48

Los sindicatos acogen con satisfacción el nuevo informe de la OCDE «Tener y no tener – Cómo reducir la brecha de oportunidades», pero advierten a los gobiernos de que la igualdad de oportunidades no es suficiente para abordar los elevados niveles de desigualdad actuales, y que el encuadre del informe corre el riesgo de subestimar el papel de los factores sistémicos en la desigualdad. La conclusión clave de que al menos el 25% de la desigualdad de ingresos se deriva de circunstancias que escapan al control de los individuos es, según admite la propia OCDE, un límite inferior que subestima significativamente las causas estructurales.

El informe calcula esta cifra utilizando un conjunto restringido de factores observados y principalmente mediciones de los ingresos de los hogares. Este enfoque puede enmascarar importantes patrones estructurales e infravalorar las barreras sistémicas. Por ejemplo, la cifra se construye a partir de los ingresos de mercado de los hogares, que agrupan los ingresos de mujeres y hombres dentro del mismo hogar, diluyendo las diferencias salariales de género y el impacto de los cuidados no remunerados. En cambio, si se mide a nivel individual, la contribución del género a la desigualdad se multiplica por algo más de ocho. Como estos factores no se contabilizan en su totalidad, la cifra del 25% de «circunstancias ajenas al control individual» parece menor de lo que debería, y el resto puede confundirse fácilmente con «elección individual/mérito personal».

Sin embargo, estas conclusiones también aportan pruebas cruciales de lo arraigada que se ha vuelto la desigualdad de oportunidades en las economías de la OCDE. Aunque el análisis demuestra cómo los antecedentes socioeconómicos de los padres son responsables de más de la mitad de las diferencias de oportunidades en los países de la OCDE, la parte total de la desigualdad derivada de circunstancias que escapan al control individual supera el 35% en Bélgica, Irlanda, Portugal y Estados Unidos cuando se utilizan diferentes mediciones.

"Se trata de un estudio oportuno y bienvenido que recuerda a los responsables políticos la necesidad urgente de abordar la desigualdad en un momento en el que esta cuestión está cayendo en las listas de prioridades de los gobiernos, incluso a medida que desciende el nivel de vida y se intensifica el malestar social. Sin embargo, debemos tener cuidado con la interpretación que hacemos de estas conclusiones, sobre todo cuando la metodología reconoce su propia limitación a la hora de captar todo el alcance de los factores sistémicos."

— Veronica Nilsson, Secretaria General del TUAC

Más allá de las preocupaciones sobre la medición, los sindicatos cuestionan la premisa fundamental de que los factores «más allá» y «dentro» del control de un individuo pueden separarse de forma significativa. Esta división simplifica en exceso la realidad y corre el riesgo de presentar los problemas sistémicos como cuestiones de elección personal. En realidad, las barreras a las oportunidades y los resultados económicos se refuerzan mutuamente. Una educación limitada conlleva salarios más bajos, lo que a su vez limita las oportunidades de los niños. Los trabajadores también se enfrentan a limitaciones derivadas del poder del empleador, horarios impredecibles y responsabilidades de cuidado. Estos ciclos repetitivos no pueden arreglarse únicamente con intervenciones en los primeros años de vida: requieren soluciones colectivas, en particular la negociación colectiva, una política de salario mínimo y normas de calidad del empleo.

Abordar estos factores interconectados requiere una mezcla de soluciones tanto a nivel microeconómico como macroeconómico. La negociación colectiva destaca entre estas soluciones como un poderoso mecanismo para contrarrestar el excesivo poder de negociación de los empresarios, que a menudo se aprovecha de las características individuales para suprimir los salarios.

"La negociación colectiva es un ecualizador probado para reducir la desigualdad de ingresos. Las investigaciones demuestran que al garantizar salarios más altos, un empleo estable y mejores prestaciones para los padres, los empleos sindicados mejoran directamente las oportunidades y los resultados vitales de los niños. Este efecto intergeneracional hace de la negociación colectiva una herramienta esencial para abordar la desigualdad de oportunidades."

— Veronica Nilsson, Secretaria General del TUAC

Aunque «Tener y no tener» proporciona valiosos elementos de reflexión y amplía los límites del análisis de datos sobre la comparabilidad de la igualdad de oportunidades entre los países de la OCDE, su marco subestima la dinámica de poder entre los distintos grupos sociales, como los trabajadores y los empresarios, y, en consecuencia, pasa por alto la necesidad de la acción colectiva.

El TUAC pide a la OCDE que complemente las recomendaciones centradas en el individuo con políticas sólidas del mercado laboral que puedan garantizar una igualdad real, así como que reconozca el papel central de la negociación colectiva para igualar las condiciones de competencia.

Crédito de la imagen: OCDE